De picnic por Barcelona con una cesta de empanadas Rekons (Parte II)

¿No creeríais que se habían acabado los sitios en Barcelona donde ir a hacer un buen picnic? Pues no, la ciudad tiene aún muchos rincones especiales a los que llevar vuestra cesta –en la que, evidentemente, no pueden faltar nuestras empanadas ;-)- y disfrutar de una buena comida al aire libre.

En este post os recomendamos siete espacios más. Pero seguro que vosotros conocéis otros lugares especiales a los que escaparse para una comida en familia o con los amigos o para una merienda romántica. ¿Nos ayudáis a completar estas listas?

  • Parque de la Creueta del Coll: quizás uno de los parques más desconocidos para los barceloneses que no són del barrio, pero con reclamos tan interesantes como el ‘Elogio del agua’, una colosal escultura de Chillida suspendida y sostenida por cables de acero anclados en la roca de la antigua pederera del Coll, un gran estanque que en verano funciona como piscina pública, y una pequeña explanada con mesas, bancos, una fuente y una buena vista sobre Barcelona.
  • Parque del Laberint d’Horta: es un buen lugar para jugar a perderse. Empezar la jornada intentando encontrar el centro del laberinto de cipreses recortados para después, al salir, disfrutar de nuestro picnic en la zona exterior, preparada para ello.
  • Parque del nus de la Trinitat: este parque ofrece una gran área de picnic con barbacoas, mesas y bancos, además de un canal semicircular, álamos, olivos y una impresionante escultura tipo friso romano de quince caballos que corren en estampida sobre una pradera de hierba. También encontraréis más de 60 huertos urbanos que cultivan personas jubiladas del barrio.
  • Parque Central de Nou Barris: éste es el segundo parque más extenso de la ciudad, con 17,7 hectáreas que esconden sorpresas como la mayor concentración de palmeras de Barcelona, el antiguo acueducto de Dosrius, un manantial que brota en vertical y una grada tapizada de césped.
  • Jardines de Can Sentmenat: lugar ideal para descansar del tráfico y el ruido de la ciudad, con nueve hectáreas de zona boscosa para perderse, disfrutar de las espectaculares vistas de Barcelona desde las terrazas, y comer bajo la sombra de alguna de las palmeras centenarias.
  • Palau Robert: para uno de esos días que te apetece quedarte en el centro de Barcelona o, incluso, para salir a comer al mediodía si trabajas por la zona, Palau Robert ofrece un buen 2×1: exposiciones y un jardín con bancos para disfrutar de tu comida a la sombra de sus árboles.
  • 4,2 kilómetros de playa: y acabamos nuestra lista, como no, de paseo por la línea de costa. Desde la playa de Sant Sebastià hasta los Baños del Fòrum, podéis elegir el rincón que más os guste y llevar vuestra manta y vuestra cesta de picnic para disfrutar de un delicioso día de playa.